Un museo bajo tierra. Este es el resultado final del Museo del Tiempo, un proyecto colectivo e itinerante que nos ha permitido trabajar durante dos meses en áreas no urbanas del interior de Castellón, concretamente en Vilafranca y Viver. Y ha sido una experiencia emocionante, conmovedora e intensa. Porque 14 personas y colectivos de estas poblaciones nos han contado su historia. Nos han dejado entrar en sus casas y en sus vidas.
El Museo del Tiempo no contiene piezas de gran valor artístico ni exhibe obras de grandes artistas; contiene objetos cotidianos de gente anónima. Objetos que guardan la memoria de sus dueños, que son recuerdos del pasado y son parte de la historia del pueblo y de sus gentes. Estos objetos son ahora parte de la memoria colectiva de Vilafranca y de Viver.
Durante dos fines de semana de noviembre hemos vivido el ritual de los enterramientos. Acompañados de música y de todo aquél que ha querido unirse a nosotros, hemos leído la historia de cada objeto, con risas y con lágrimas, con muchísima emoción.
Ahora la memoria escondida en estos objetos ya no pertenece a Mercedes, Alba, Juan, Sergi, Enric, los Cocodrilos, los jóvenes 2006/07, Carlos, César, Elena, Ángeles, Paco, Manuel, Pepe, las Clavarias o la rondalla El Almendro.
Ahora esta memoria nos pertenece a todos. Basta coger el mapa del Museo del Tiempo o un lector de códigos QR y caminar por les Fonts del Llosar en Vilafranca o por la Floresta en Viver.