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EL MUSEO DEL TIEMPO                      VIVER - La Floresta

Nombre: César

Objeto: Coche de Lego

Desde los 3 años siempre me han regalado para mi cumple y para Reyes juguetes de Lego, que solían ser coches. Los montaba superilusionado con mi abuelo y para mí era un momento mágico, me olvidaba de las extraescolares, del colegio y de todo. Esto ha ido a más y he llegado a montar en una semana coches de dos mil piezas. Este que voy a enterrar tiene 162 piezas, lo monté de chiquitito, me lo regalaron para Navidad. Pero es muy ajeno al proyecto inicial, porque yo siempre los monto según las instrucciones, luego les hago mejoras y los tuneo, los dejo a mi gusto. Incluso escribí un día una carta al presidente de Lego en Suiza (donde se inventó Lego), pidiéndoles que hicieran un coche acorde a mis gustos. Al final nunca la envié porque no encontraba la dirección, pero mi ilusión sigue ahí, porque es el prototipo que querríamos tanto yo como otros niños que juegan con Lego. Tengo un amigo de Pina que viene al cole a Viver y hace lo mismo que yo. Muchas veces nos intercambiamos piezas y hacemos el mismo coche. Le triplicamos la velocidad o hacemos la suspensión supersensible para poder jugar en el jardín.

También había pensado enterrar una pelota de baloncesto, que practico hace un año o así, porque el baloncesto me apasiona, lo juego todos los días, en el Segorbe. Pero no es tan significativo para mí como el coche de Lego.

Yo quiero ser astrofísico o ingeniero de coches, como no. Aunque también me gusta la historia y la montaña. Pero si he de elegir… elijo los coches.

Aunque construyo también otras cosas. En mi habitación tengo expuesta una colección enorme de Juego de Tronos. Los Legos de 2.000 piezas o más, como son tan complejos de hacer, una vez acabados se dejan ahí en la estantería, porque me llevan una o dos semanas de trabajo y podría perder piezas. Lo que más me gusta de Lego es que es perfecto. Hay otros mecanos, de metal, que necesitan llave inglesa para montarlos, te puedes hacer daño en los dedos y necesitan más espacio. Y Playmovil es demasiado simple. Lego sin embargo es complejo pero se puede montar con las manos y sus instrucciones son detalladas pero sencillas, con dibujos y flechas.

Lego es como una guarida que te protege de los hombres grises, porque te quita del estrés y las pantallas. Te da unos momentos de placer y una sensación de superación increíble. Todos los niños que montan Legos dicen “Yo con esto me relajo y me distraigo”.

Yo entre semana tengo el móvil apagado. Y el fin de semana chateo o juego unas dos horitas, pero no estoy pendiente. Porque tengo otras cosas que me gustan y antes que coger el móvil prefiero salir con la bici o ponerme a montar Legos. Me concentro mucho. Me pongo mi música y ya puede caer la bomba nuclear que yo estoy ahí tranquilo.